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Cine para combatir la ignorancia, el odio y el miedo

Se inaugura bajo el influjo de Palestina en el teatro Víctor Jara de Vecindario, la 16º edición del festival SREC





El testimonio de los directores españoles Carles Bover y Julio Pérez, autores del documental ‘Gaza’, cuya proyección abrió anoche sábado, día 7 de noviembre, en el teatro Víctor Jara de Vecindario, la 16º edición del festival SREC, a buen seguro que predispuso el ánimo del público que se concentró en el citado espacio cultural para disfrutar de la primera sesión de cortometrajes del programa.


No es ‘Gaza’ un documental amable precisamente. Es duro y nos coloca en un territorio de escombros y polvo, muerte y sufrimiento, demasiado distante con respecto a la mayoría de las historias y estéticas de las ficciones proyectadas que, con posterioridad, fueron ofrecidas tras el visionado de la citada cinta que obtuvo el año pasado el Goya al mejor documental.


La música de la banda Cold Lava y los temas de un combativo Said Muti sobre el escenario animaron el inicio de esta edición, que se celebrará hasta el próximo día 13 de noviembre presencialmente con público, como un símbolo de resistencia y reafirmación cultural en tiempos de pandemia.


La oferta cultura, al igual que el pulso de nuestras vidas, debe proseguir desarrollándose, aunque sea con algunas restricciones e inconvenientes. Fue el mensaje que tanto Agustín Domínguez, responsable de la Asociación Cultural Gran Angular que organiza SREC, como la concejala de Cultura, Identidad y Solidaridad, Yaiza Pérez, trasladaron al público en una noche marcada por el drama palestino  y la reivindicación a la comunidad internacional para que reactive la solución definitiva a un conflicto alimentado por Israel en territorio palestino ocupado que dura hace más de medio siglo.

“Hemos contraído el compromiso de mantener el teatro Víctor Jara abierto durante una semana”, señaló Domínguez en su intervención inaugural, “para demostrar que la cultura y, en este caso el cine, es uno de los instrumentos más maravillosos para combatir la ignorancia, el miedo y el odio, que se instalan en nuestra sociedad. Vivimos uno de los momentos más complicados de nuestra historia reciente, pero estamos convencidos de que, si permanecemos unidos, si asumimos nuestra responsabilidad como miembros de la comunidad, si nos sumamos a los pequeños gestos que miles de personas están poniendo en marcha en el planeta, lograremos transformar esta realidad. La solución está dentro de nosotros”.


Por su parte, Yaiza Pérez, advirtió en su alocución que el sector de la cultura necesita, hoy más que nunca, del compromiso y el trabajo de quienes viven por y para la creación, pero también del calor de público y del apoyo incondicional de las administraciones para superar tan difícil coyuntura. “Sigamos demostrando que la cultura es segura”, señaló Pérez.


SREC demuestra que “lo importante no es la alfombra, ni el glamour, ni las nominaciones, ni tan siquiera los premios. Lo verdaderamente importante son las historias que los directores y directoras de las 111 cortometrajes programados  quieren contarnos; lo importante es el diálogo que se establece a través del lenguaje cinematográfico entre creadores y público”, dijo.


Lo que distingue a SREC es que “utiliza el cine como herramienta de denuncia de las injusticias sociales, las desigualdades norte-sur, la violencia machista,  la discriminación , el racismo, los atentados medioambientales o la violación de los derechos humanos. SREC es hijo del carácter solidario del municipio de Santa Lucía de Tirajana, y que no es casualidad que este festival haya nacido aquí”, subrayó la concejala que concluyó su alocución recitando el poema de Agustín Millares Sal, ‘No vale’, que apela el deber ciudadano a tomar conciencia para actuar contra las injusticias.


El programa de SREC, que cuenta con el patrocinio de la consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, el ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana y la viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, dio comienzo con la exhibición de ‘Gaza’, tras el que se proyectaron otros 18 trabajos de realizadores y realizadoras canarios incluidos en la sesión inaugural.


Llamaron la atención algunos de los trabajos presentados por su bella y delicada factura, como ‘Storni’, de Agustín Domínguez, ‘Ojos que no ven’, de Carlos de León, o ‘30’, de Cris Tercero, así como otros en los que tanto el humor articula su propuesta, como ‘Casa Chano’, de Emilio González, como la sorpresa, en los casos de ‘El mejor año de tu vida’, de Altahay González, ‘Kamchatka’, de Óscar Santamaría o ‘La cancha’, de Eva Sicilia y Cabrera Pérez. Otros que igualmente merecen atención fueron ‘Lo vívido y lo vivido’, de Sara Álvarez y ‘Olvidados’, de Esteban Calderín. Cerró la sesión otro corto reseñable, un festín de carne y sudor, ‘Yo te sado, amada mía’, un trabajo de video-arte de ‘Arima León’, que descubre con inquietante pulcritud visual, las arrebatadores pulsiones del cuerpo y los impulsos que despierta ante nuestros deseos, sean del tipo que sean.

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